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Innovación Estratégica en las organizaciones

Incorporar la innovación como parte de la estrategia de una organización promete aumentar el valor en la ejecución y en los resultados de esa estrategia. Por otra parte, tener un foco estratégico para el desarrollo de una innovación, permite darle sentido y focaliza esfuerzos y recursos, dando claridad a un camino de mucha incertidumbre.

El concepto Innovación Estratégica no es un concepto que tenga tanto posicionamiento y sea altamente conocido. Pero, en general, encontramos definiciones que tienen que ver con aquella innovación que incide en el modelo de negocios, o bien, las innovaciones que surgen en las empresas a partir de la adaptación frente a nuevos entornos en pro del cumplimiento de sus objetivos.

Concuerdo en gran parte con estas definiciones, pero me gustaría ahondar un poco más sobre los conceptos que están a la raíz de ella y su consecución.

Creo que tanto Innovación como Estrategia o “Estratégico” son nociones muy potentes por sí solas. Aquí entenderemos Innovación como la capacidad de crear valor nuevo, distintivo y sustentable para el consumidor, siendo un proceso de aprendizaje tanto al entender en profundidad un problema, como en la manera de cómo una solución entrega valor y hace sentido para un público objetivo. Por otro lado, Estrategia puede ser entendida como una serie de acciones analizadas, planificadas y definidas para el logro de un fin determinado, mientras que lo Estratégico pone el foco en las acciones relacionadas con esa estrategia, por lo que para una organización se puede entender como el camino que permite cumplir con el propósito o razón de ser de la misma.

La unión de ambas nociones resulta en la generación de un concepto atractivo y más robusto, en un movimiento que, a la vez que beneficia y potencia ambos conceptos, dota de un valor clave a las organizaciones, ya que la innovación, al ser vista ahora como una herramienta de gestión basada en un proceso metodológico, permite aumentar el valor en diferentes ámbitos para el desarrollo de la estrategia.

Pero, por otro lado, un proceso de innovación sin un marco estratégico claro y definido que guíe su desarrollo, podría resultar en que los recursos y los esfuerzos se realicen en vano.

Por ello, para lograr instalar la Innovación Estratégica en las organizaciones se requiere que cuatro ejes estén perfectamente alineados: Gobernanza, es decir, debe existir un liderazgo y una estructura que facilite el desarrollo de la estrategia, que movilice a la organización hacia los objetivos definidos y facilite la resolución de conflictos; Estrategia, un foco claro que guíe todos los esfuerzos, recursos y gestiones hacia el propósito corporativo; Procesos estructurados y claros que sean efectivos en la generación de valor hacia el cliente, y busquen la eficiencia y la mejora continua; y Personas alineadas al propósito de la organización con las competencias y habilidades necesarias para ejecutar la estrategia y desarrollar las tareas necesarias para enfrentar los desafíos futuros.

En consecuencia, hablar de Innovación Estratégica permite enfocarse en lo fundamental que se busca conseguir, es decir, el propósito, misión o razón de ser de una organización ―cuestión que incluso puede ser utilizada en un ámbito individual en las personas―, y por tanto en cómo esa organización aporta valor a sus clientes, usuarios y entorno en general.

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Ingeniero Civil Industrial, Mg. en Innovación y Mg. En Gestión Empresarial Consultor y Fundador de Synapsia

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