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Especial 500+ Chile: Grupo Solari (y Cia.)

Continuando con el análisis de los grupos empresariales más grandes del país realizado por ECHEESCO Consultores, hoy ponemos la lupa en el grupo familiar que alcanza el cuarto lugar: el Grupo Solari. O, mejor dicho, los Grupos Solari. En un servicio de utilidad pública, Revista Freelance desmenuzó el entramado familiar del circunstancial grupo, que gracias a la empresa de retail facturó US$11.593 millones en 2020, de acuerdo con el Ranking 500+ Chile. Sus inversiones, sin embargo, ni por asomo se quedan solo allí. Por separado abarcan medios de comunicación, empresas agrícolas, constructoras, empresas de transporte, sanitarias, empresas de energía, bebidas y licores, y un largo etc. Pero, como la sangre tira, varios clanes coinciden en una afición común: los caballos.

Foto: Revista Freelance

Falabella dista mucho de ser aquella sastrería ubicada en calle Ahumada que comenzó el inmigrante italiano Salvatore Falabella en 1899. La empresa que se convertiría en el principal retailer chileno, ha pasado con éxito por una diversificación que comenzó en las tiendas por departamentos, pero que luego continuó su expansión a las tiendas de mejoramiento del hogar (Sodimac), supermercados (Tottus), negocio inmobiliario (Mallplaza), servicios financieros (Banco Falabella), e-commerce (Linio) y, ahora último, al mundo fintech a través de Fpay.

Sin embargo, lo que no ha cambiado desde sus orígenes es que sigue siendo un negocio familiar. Pero un gran negocio familiar, que incluye casi 4 generaciones de hijos, nietos, tíos, primos y hermanos. Por ello, es conveniente mencionar desde ya que es un error pensar que su propiedad y control recae en un solo grupo familiar, sino más bien habría que considerarlos como un clan de clanes. Y con esa estructura en mente, para relatar su historia, hay que valerse de sus semejanzas con relatos de reinos, herederos, sucesiones y uniones por conveniencia. O bien sagas vikingas, aunque no por las disputas sangrientas que eso supone ―las que, como en todo negocio familiar, tampoco se deberían descartar―.

La saga comienza así. Casi 40 años después de que don Salvatore y su hijo Arnaldo hicieran crecer el negocio de la sastrería, Alberto Solari Magnasco aparece en escena. Casado con Eliana Falabella ―nieta de don Salvatore―, impulsa la diversificación del negocio con la venta de ropa femenina y accesorios para el hogar. Con ello comienza la empresa de tiendas departamentales y se marca el inicio del Grupo Solari Falabella. Aunque, en rigor, es la incorporación de la familia Solari Magnasco al negocio la que, en última instancia, configura la propiedad de la multitienda en la actualidad, pues la mayoría de las familias controladoras de Falabella hoy, descienden de alguno de los diez hermanos Solari Magnasco. Pero ya llegaremos ahí.

El matrimonio Solari Falabella tuvo tres hijas: María Luisa, Liliana y Teresa, quienes serían las herederas principales y accionistas mayoritarias. Un poco antes de que eso sucediera, Alberto Solari Magnasco designó a Reinaldo Solari, uno de sus hermanos, como el protector de los intereses de sus hijas. El tío Reinaldo ―quien murió hace algunos días― asumió, en 1980, la dirección del grupo junto a otro familiar, su sobrino Juan Cúneo Solari, primo de las tres hermanas Solari Falabella. Con el tiempo, este dúo estaría detrás de la expansión internacional del grupo ―hoy presentes en Perú, Colombia, Brasil, México, Argentina y Uruguay― y de la incursión en otros rubros. Y desde esa época, otro primo de las hermanas Solari Falabella, Sergio Cardone Solari, está vinculado al grupo como uno de sus directores, y también como el actual presidente del directorio de Mallplaza.

Luego, en 2012, uno de los hijos de Reinaldo Solari, Sandro Solari Donaggio, asumiría el cargo de gerente general de Falabella ―posición que ocuparía hasta 2018―, y tras el retiro de don Reinaldo en 2014, su otro hijo, Carlo, asume la presidencia del directorio, dando paso a un “relevo” generacional del grupo.   

Hasta allí, si hemos explicado la historia más o menos bien, ya hemos mencionado a seis de las siete ramas familiares que controlan Falabella. Pero falta una: los Del Río Goudie. Este otro clan corresponde a siete hermanos con negocios en la agricultura, inmobiliarias, viñas, pesqueras, automotoras, fútbol y el retail. Hijos del fundador de Sodimac, José Luis del Río Rondanelli ―quien fuera uno de los fundadores de la Democracia Cristiana y, en algún momento, su vicepresidente―, se suman al Grupo Solari en 2003 cuando la empresa pasa a ser una filial directa e indirecta de Falabella.

El esquema ahora sí está completo. Este clan de clanes es el grupo que controla el 70,6% de la compañía, en donde las familias Solari, en conjunto, son dueños del 55,4% y la familia Del Río Goudie posee el 15,2% restante*.

 

Más allá de Falabella

Como a esta altura ya se podrá sospechar, cada rama familiar tiene sus propias sociedades de inversión ―o family offices― con las que controlan sus acciones en Falabella e invierten en otras empresas, algunas de ellas presentes en el Ranking 500+ Chile y en las cuales también comparten con estos mismos familiares.

Así, Cecilia Karlezi Solari, hija de María Luisa Solari Falabella, mediante Lucec Tres S.A. e Inversiones Auguri es dueña del 12,7% de la empresa. Pero también es la accionista mayoritaria de Clínica Las Condes (218°), con un 50,1%, y del Club Hípico de Santiago, además de estar vinculada a Cruzados SADP (699°), el Hipódromo de Chile y ENAEX (108°), entre otras.

Liliana Solari Falabella y sus hijos Andrea y Carlos Heller Solari son dueños del 9,2% de la empresa, a través de Bethia S.A., sociedad que “gestiona” ―de acuerdo con su sitio web― Mega (402°), Agrícola Ancali y Sotraser, operador de carga terrestre que cuenta con una flota de 700 camiones y que entrega servicios a industrias mineras y forestales, principalmente. Pero la sociedad también aparece como accionista del Hipódromo, el Club Hípico, Latam Airlines (17°) y Aguas Andinas (121°).

La tercera hermana Solari Falabella, Teresa, junto a sus hijos Juan Carlos y Francisca Cortés Solari son propietarios del 11,6% de Falabella. Su principal sociedad de inversión es Inversiones Corso, con la cual tienen participación en el Club Hípico y en cadenas deportivas como Sparta, mediante Equity Brands & Retail. Sin embargo a través de otras sociedades, como Inversiones Quitrahue, poseen el 7,98% del Hipódromo, y mediante fondos de inversión privados, como Alerce o Minke, poseen acciones minoritarias en SQM (57°) y Enel Americas (6°), entre otras.

Los Cúneo Solari ―o Cúneo Queirolo, si incluimos a los hijos― poseen el 8,7% del retailer a través de Inversiones Los Olivos. Al igual que las familias de sus primas Solari Falabella, aparecen como dueños del 11,06% del Hipódromo y del 6,71% del Club Hípico, en ambos casos mediante Inversiones y Rentas Liguria. Esta es la oficina de inversiones familiares que posee el 7,72% de Inversiones Aguas Metropolitanas S.A., la accionista mayoritaria (50,1%) de Aguas Andinas, empresa controlada por la francesa Suez ―compañía en la cual los Cúneo figuran, además, como los terceros mayores accionistas (3,6%) a través de Inversiones Los Canelos SpA―.

Los Cardone Solari, por su parte, controlan el 2,3% de Falabella. Importadora y Comercializadora Amalfi es el principal vehículo de inversión de la familia y mediante esta firma son accionistas de Molymet (86°), y a través de otra sociedad de inversiones del clan, Inversiones Amolanas Dos Ltda., son accionistas de Cementos Bío Bío (204°), entre otras. Amalfi, además, participó en junio de este año, junto a Megeve ―de los Solari Donaggio― y otros family offices, en el programa Scale VC de InvestChile, iniciativa que busca conectar sociedades de inversión y fondos de capital de riesgo chilenos con sus pares internacionales para compartir experiencias, fortalecer el ecosistema de emprendimiento y acelerar la inversión de riesgo en el país.

Los hermanos Solari Donaggio, en tanto, son dueños del 10,8% de la multitienda mediante cuatro sociedades de inversión: Inversiones San Vitto, Inversiones Brunello, Inversiones Barolo e Inversiones Sangiovese. Y a través de Inversiones Megeve Dos poseen el 4,3% de Cementos Polpaico (213°) y son accionistas minoritarios de Embotelladora Andina (40°), Engie Energía Chile (68°), Coca Cola Embonor (95°) e Inversiones Aguas Metropolitanas S.A., además de ser propietarios de la minera Haldeman Mining Co., y tener participaciones en Constructora Enaco y cementerios Parque del Recuerdo.

Los Del Río Goudie, como mencionamos, son el grupo familiar unitario que mayor porcentaje de participación tiene en Falabella, mediante Dersa S.A. y otros 10 vehículos de inversión ―cada hermano tiene su propia family office―. Otros de sus estandartes son Derco (220°), Rigel Seguros (336°) y 4Life (375°), ex BTG Pactual Seguros de Vida. Juan Pablo del Río Goudie, por medio de DT DyD S.A., y su hermano Felipe, mediante DT Carrera S.A., aparecen vinculados a Cruzados SADP, e Ignacio del Río Goudie, por medio de San José Farms ―una de las mayores productoras de arándanos del país―, es propietario de Baika (647°) y el cuarto mayor accionista de Hortifrut (118°), con el 7,59%. Y en una nota de otro tono, Friosur (671°), asociada al Grupo Inder ―del que participan los hermanos José Luis, Bárbara, Sebastián e Ignacio―, desde 2019 cuenta entre sus accionistas a los trabajadores de la empresa, quienes mediante COOTRAF (Cooperativa Trabajadores Friosur) son dueños del 20% de la compañía. La idea fue gestada e impulsada por José Luis del Río, el mayor del clan.

*: Todos los porcentajes mencionados en las estructuras de propiedad corresponden al 31 de diciembre de 2020, pudiendo no coincidir con los porcentajes actuales. Por ejemplo Bethia S.A., de la familia Heller Solari, a la fecha posee el 8,7% de Falabella y no el 9,2% considerado en este estudio.

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Licenciado en Sociología de la Universidad de Arte y Ciencias Sociales ARCIS

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