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¿Y si dejamos de hacer las cosas como siempre?

Que algo se haya hecho de la misma manera por generaciones, no significa que es la única o la mejor forma de hacerlo. Romper con ese paradigma es el primer paso de la innovación.


Hay un cuento muy simpático y que me ayuda mucho a mirar con perspectiva las cosas que quiero hacer. No lo recuerdo a la perfección, pero dice algo así.

Había un faraón que tenía un gato regalón. El gato era super curioso y solía salir y perderse por las calles. Ante eso, el faraón decidió amarrar el gato a su trono, para evitar que se pierda y poder disfrutarlo.

Pasó el tiempo y el faraón se murió. Llegó el siguiente faraón y el gato seguía amarrado. Luego el gato murió y trajeron a otro y lo amarraron al trono. Así pasó mucho tiempo entre que los faraones y los gatos se morían. Hasta que un día un faraón les preguntó a sus asistentes: ¿Por qué tengo este gato amarrado a mi trono? A lo que uno de los más longevos respondió: “El gato está allí porque así se ha hecho por mucho tiempo, es una costumbre que ha pasado por generaciones”.

¿Por qué me gusta este cuento? Porque refleja lo que nos pasa muchas veces: hacemos las cosas de la misma manera porque siempre se han hecho así, sin cuestionarnos si continúan teniendo sentido. Si siempre se ha hecho de ese modo, para qué cambiarlo, ¿no?

Los supuestos guían nuestras acciones y creencias. Todo lo que hacemos tiene ciertos supuestos por detrás. Aquellas cosas que creemos que son ciertas (y que, muchas veces, no lo son).

Revisemos algunos ejemplos de supuestos que influencian nuestras vidas. Vivimos con el supuesto de que debemos residir en la ciudad donde nacimos, en especial, si se trata de la capital del país. ¿Alguna vez te preguntaste si vivirías donde vives si hubieras nacido en Nueva York, Hong Kong o Cancún?

Otro ejemplo de supuestos que tenemos y que nunca nos cuestionamos es que la creencia de que cuando nos jubilemos seremos felices y tendremos todo el tiempo para nosotros. Este supuesto, que es más de la generación de nuestros padres, ha sido cuestionado y puesto a prueba por los jóvenes.

Por último, el supuesto que pusimos a prueba con mi socio cuando comenzamos Getxerpa: «debemos ahorrar un porcentaje de dinero al inicio de cada mes, ojalá lo más grande posible para alcanzar nuestros sueños».

Este es un buen supuesto. Es verdad que ahorrar cuando recibes tu salario es mejor que ahorrar lo que te quede a fin de mes, pero luego nos hicimos la pregunta: ¿qué pasa si en vez de ahorrar una sola vez al mes, ahorras todos los días un poco de dinero vinculado a tus compras? Sin darte cuenta y, a fin de mes, te sorprenderías con lo ahorrado.

De ahí seguimos cuestionando otros supuestos establecidos en la industria, como que los bancos y fintechs pueden desarrollar todos los productos y funcionalidades de su banca digital de manera interna. Al debatirlo, nos dimos cuenta de que, muchas veces, no tienen ni tiempo, conocimientos ni recursos para poder hacerlo a la velocidad que sus clientes esperan.

Y creo que de ahí viene la innovación: de cuestionarnos las cosas, entender por qué las hacemos de cierta manera y preguntarnos: «¿qué pasa si las hago de otra forma?». Al cuestionar un supuesto, los invito a seguir poniendo a prueba otros relacionados al problema u oportunidad que identificaron. Probablemente, se darán cuenta de que se puede hacer las cosas diferente y, seguramente, mejor.

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CEO & Cofundador de la fintech getxerpa, y antes cofundador de Bombacamp y WSNPro. Catador semi-profesional de hamburguesas.

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